En medio de una fuerte crisis de efectivos por las bajas (ocho lesionados y un sancionado), Francisco Alarcón se perfilaba como el ideal para ingresar en la lista de titulares ante el Getafe este martes, y así Zinedine Zidane hubiese podido completar su tridente de mediocampistas junto a Casemiro y Luka Modric. Pero ni con la mesa servida, y con solo 13 jugadores disponibles del primer equipo, Isco encontró lugar en el once, y en su posición se coló un canterano, Marvin.
Bien es cierto que el malagueño no está al ciento por ciento de sus capacidades físicas debido a unas molestias en la espalda, las cuales le impidieron viajar a Huesca el pasado sábado, pero en el caso particular de Isco llueve sobre mojado. Su nueva suplencia significa un golpe bajo, quizá el definitivo, en una temporada en la que solo ha estado en el once titular en cuatro de los 30 partidos que ha disputado hasta el momento el Madrid y en la que ha participado en la mitad de los encuentros.
Dichos números son propios de un jugador suplente, y especialmente Isco que ha ido perdiendo progresivamente peso en el equipo durante las últimas tres temporadas. Por tanto, tal y como adelantó el diario MARCA, ya a finales de noviembre la situación deportiva del jugador era insostenible y tomó la decisión de desvincularse del conjunto merengue, decisión que fue transmitida al club por su padre y agente, Francisco.
La respuesta que recibió de la institución blanca fue de comprensión y entendimiento. El técnico francés tomó la misma postura ante esta situación, además se comprometió con el jugador a no ser un impedimento para su marcha en busca de un protagonismo que claramente él no le podía garantizar. Su salida estuvo en boca de toda Europa y varios clubes alzaron su mano para demostrar su interés en hacerse con sus servicios, pero esto no pudo concretarse.
Esperar hasta junio
En la carrera por salir de Madrid, Odegaard se le adelantó, pues como Isco, tampoco tardó en llamar a la puerta del club para buscar una solución a su situación en el mercado invernal. El noruego, junto a Jovic, se salió con la suya y cerró la puerta de salida a Isco, que ahora no le queda más remedio que esperar a junio (finaliza contrato en 2022) para poder volver a valorar un futuro que indica estar fuera del Madrid.