Zlatan Ibrahimovic, delantero del AC Milan, concedió una entrevista al diario italiano 'Corriere dello Sport' con motivo a la publicación de su libro 'Adrenalina, mis historias ignoradas'. Durante la conversación, el delantero sueco, como es habitual en él, dejó comentarios y frases impagables.
Respecto al Real Madrid, el delantero del Milan ha explicado que a Kylian Mbappé "le aconsejé irse al Real Madrid, es verdad. Necesita un ambiente más estructurado, como el de los blancos. Sin embargo, después le dije al presidente del Paris Saint-Germain que no debía venderle".
Entretanto, el sueco aprovechó la ocasión para comentar sobre el Balón de Oro que recientemente le fue concedido a Lionel Messi. Cuestionado por el astro argentino en comparación con Cristiano Ronaldo afirmó que "digo Messi, porque jugamos juntos. Teníamos una relación profesional, pero el Balón de Oro de este año lo merecía Lewandowski. ¿El mejor de la historia? Ronaldo Nazario. De pequeño le imitaba".
Naturalmente, el delantero del Milan fue preguntado por Lukaku, con quien se las tuvo a nivel personal: “Me atacó a nivel personal, un shock. Habíamos sido compañeros. Nunca aceptó la apuesta de las 50 libras por cada control fallado. Tiene un gran ego, pero yo crecí en el gueto y si alguien golpea, contesto. Así le hice daño donde más le duele: los rituales de la madre, y perdió el control. Me queda una duda: ese derbi lo perdimos y yo, después, me lesioné. ¿Y si lo del vudú fuera verdad? Tengo una cuenta pendiente también con él. A ver si nos vemos pronto, en el campo. Pero no odio a nadie, y a él tampoco".
Respecto a cómo recaló en el Milan, contó que "tras ver un documental de Maradona decidí irme a Nápoles para ganar el scudetto como él. Estaba todo hecho, pero De Laurentiis echó a Ancelotti. Así que le dije a Raiola: ¿qué equipo está peor? El Milan había perdido 5-0 ante el Atalanta. 'Decidido, allá vamos".
Una dura infancia
Finalmente, el delantero se refirió a su infancia: "Siempre sufrí. En cuanto nací, la enfermera me hizo caer desde un metro de altura. En el colegio era distinto: todos rubios, yo oscuro y con la nariz grande. Siempre me odiaron. Con las chicas era muy tímido, me apuntaba lo que tenía que decir: penoso. Hice el amor por primera vez con 17 años, cuando salí del gueto de Malmoe".