Tras un año vistiendo la camiseta del Tottenham Hotspur en condición de cedido, Gareth Bale, cuya ficha es propiedad del Real Madrid, se encuentra concentrado con la selección de Gales en la Eurocopa, una de las mejores vitrinas para convencer al técnico italiano de darle la confianza que no recibió de Zinedine Zidane.
Pese a la derrota, el combinado galés aseguró su clasificación a la siguiente fase, la segunda de manera consecutiva tras la histórica participación en la pasada edición celebrada en Francia, donde llegaron hasta las semifinales, cayendo eventualmente ante Portugal, que terminó alzando el trofeo.
No obstante, la actuación de Bale ha dejado algunas dudas: durante los 270 minutos que ha estado sobre el campo ha repartido un buen número de asistencias, pero no ha concretado ningún gol. Inclusive en su mejor presentación frente a Turquía falló un penalti, aunque también logró dar dos asistencias.
Bale, sin el brillo de años anteriores
Contra Italia y Suiza ha hecho notar su presencia sobre el césped y su titularidad ha sido indiscutible, pero la mayoría de sus jugadas no han surtido efectos decisivos para su selección, que ya se prepara para la fase de eliminación directa mientras espera por conocer a su rival.
Las sensaciones han sido agridulces para ‘El Expreso de Cardiff’, algo que podría estar tomando en cuenta Carlo Ancelotti para decidir si cuenta con él o no para su proyecto de cara a la próxima temporada. Asimismo, la directiva deberá tomar una decisión: quedarse con él, venderlo o cederlo una vez más.