Cuando los enfrentamientos amistosos de selecciones se producen entre combinados tan potentes como el de España y el de Colombia es habitual que salten chispas en el terreno de juego, en el que ninguno de los dos conjuntos quiere ceder una derrota y en el que una buena actuación es motivo de orgullo y prestigio.
Eso fue lo que ocurrió precisamente en el verde de la Nueva Condomina de Murcia, en el que empezó el partido con mucho respeto pero se fue caldeando el ambiente con el paso de los minutos.
Cerca de la media hora de la primera mitad, Juan Cuadrado y Jordi Alba casi llegan a las manos. Después de una falta del lateral culé, el colombiano se revolvió e intentó darle una patada al catalán, y ambos acabaron enganchándose en el suelo antes de la rápida intervención de sus compañeros, que evitaron que el incidente llegara a más.
Poco más tarde fue David Silva el que tuvo un rifirrafe con Armero, en una jugada en la que incluso el seleccionador español, Julen Lopetegui, recriminó su exceso de fuerza al jugador suramericano.
El último en unirse a la fiesta fue un objetivo del Barça, Davinson Sánchez, que pagó sus excesos con una tarjeta amarilla tras una falta sobre Iago Aspas. A causa de esta amonestación el colombiano se quedó en la caseta tras el descanso.
Iniesta dio el susto
En el minuto 21 de juego, el corazón de los aficionados del Barça que presenciaban el partido de la selección española dio un vuelco. En el inicio de la jugada que dio lugar al gol de David Silva, un choque dejó tendido a Andrés Iniesta, que no se levantó ni durante la celebración de su compañero.
El de Albacete se llevó la mano a la parte trasera de su rodilla derecha, haciendo saltar las alarmas, aunque tras la intervención de los doctores y algunos minutos renqueante pudo continuar en el partido sin mayores problemas.