Tierra, trágame. Eso debió pensar Clément Lenglet este pasado jueves en el Stade de France, cuando a los pocos minutos de empezar el partido contra Moldavia (2-1) protagonizó un error flagrante en el centro de la zaga francesa. El central del FC Barcelona no acertó a controlar debidamente un balón con la cabeza y, tras dar dos toques e ir retrocediendo, uno de los delanteros visitantes le ganó la partida.
El moldavo Rata acabó ganándole la posición tras forcejear con él muy cerca de la portería gala, y acabó haciéndose espacio para disparar y anotar el primer gol en el marcador. El público de Francia reaccionó con sorpresa y desaprobación, aunque rápidamente fueron varios los compañeros de Lenglet que acudieron a animarle, así como un Deschamps que salió del banquillo para jalear a su equipo.
"En este tipo de situaciones, nosotros hablamos y nos apoyamos los unos a los otros. Somos compañeros, y un equipo demuestra solidaridad. Clément es un futbolista joven que está progresando. Es un excelente jugador. Le puede pasar a cualquiera. No nos centramos en un error como este", aseguró Varane en declaraciones concedidas a los medios de comunicación, después del partido.
"Intentamos responder colectivamente, y eso es lo que somos capaces de hacer", añadió el zaguero del Real Madrid, saliendo en defensa de su compatriota y mostrándose seguro de que este tipo de errores pueden pasarle a cualquier futbolista por mucha categoría y experiencia que tenga.
Remontada y clasificación para la Euro 2020
Francia acabó remontando el partido gracias a los goles del propio Varane, también en la primera parte, y de Olivier Giroud cuando faltaba alrededor de un cuarto de hora para el final del partido. La victoria gala, unida al empate de Turquía en su respectivo partido contra Islandia (0-0), hace que los de Deschamps ya estén clasificados matemáticamente para la Eurocopa 2020.
En cuanto a Lenglet, el error cometido ante Moldavia no le rebajará la confianza, y se prevé que Deschamps siga contando con él en las alineaciones titulares. Eso, al menos, hasta que Samuel Umtiti vuelva a recuperar el nivel de antaño y encadene varias buenas actuaciones en el FC Barcelona.