Parecía que en el Krestovsky Stadium de San Petersburgo España podía dar un golpe sobre la mesa y asustar en una de las pruebas previas al Mundial pero lo único que demostró es que acabó perdida entre pruebas tácticas o por una falta de tensión que suele acusar en los amistosos. Rusia creyó que podía dar el golpe ante una de las aspirantes, y logró llevar el encuentro a su terreno y rascar un empate de prestigio.
Aunque los achuchones iniciales llegaron de parte de los locales, los primeros en atinar fueron los visitantes, con una diana de un Jordi Alba que ha empezado desatado la temporada. Un gol de cabeza entre dos defensas que superan el 1,88 de estatura y un partido que pudo estar sentenciado en poco más de media hora, con un penalti que pidió y convirtió Sergio Ramos.
Le dio algo de calor el tanto de Smolov al borde del descanso y el guión se alteró tras él, cuando Lopetegui decidió probar con tres defensas, dos carrileros y en definitva, con una opción en la que España no se reconoció. Miranchuk devolvía las tablas al marcador y poco después se las quitaba Ramos, con otra diana desde los once metros que amenazaba, esta vez sí, con sentenciar otro triunfo de la 'Roja'.
Pero sobre el césped los animados eran los rusos, motivados al ver a una víctima propicia con una versión menos letal que de costumbre. Aprovecharon los de casa las dudas y repitió gol Smolov, dejando 20 minutos abiertos en los que pudo volver a moverse el marcador. Sufrió la selección española pero resguardó su invicto, aunque demostró que en amistosos tan fríos, está para pocos esfuerzos.
Poco descanso para el Barça
Aunque no había nada en juego y varios ya participaron contra Costa Rica, los jugadores del FC Barcelona repitieron titularidad con la selección española. Julen Lopetegui demostró que son sus hombres de confianza y que tendrán muchos números de arrancar como titulares el Mundial, e Iniesta, Alba, Piqué y Busquets volvieron al once inicial en San Petersburgo.
Los dos primeros acabaron cambiados al descanso, y el pivote duró cerca de una hora. Peor lo tuvo el central, que tuvo que achicar agua hasta el final y tendrá que buscarse un respiro cuando vuelva a casa. Le tocará a Ernesto Valverde.