Saúl y Ceballos acercan la final machacando a Italia Sub21

Como ya sucediera ante Portugal, la selección española Sub21 despachó a Italia con una seguridad y un talento incontenibles, y se planta en una final del Europeo donde ya espera Alemania. El conjunto de Albert Celades supo nuevamente sufrir de inicio para rematar en una segunda parte en la que brillaron Dani Ceballos y un espectacular Saúl Ñíguez.

Empezó España el enfrentamiento de la misma manera que le ocurrió con el país vecino. Si el otro día fue Cancelo este martes fue Federico Bernardeschi el director de operaciones italiano, el que convertía en peligro todo lo que pasaba por sus botas. A 'la Rojita' le costó combinar para llegar con garantías a la portería rival y la escuadra 'azurra' no precisaba los pocos remates que no encontraron a Kepa.

Con más ruido que nueces se llegó al descanso, y tras él sí que empezaron los fuegos artificiales. En medio de la dureza italiana Ceballos se marcó una jugada de la casa para ceder a un Saúl que llegando desde la segunda línea remató con la frialdad de un delantero para superar al muro Donnarumma. Otra vez Saúl, otra vez el abrelatas y el que lo hace todo bien. 

Poco después Italia pagó sus excesos con la segunda amarilla a Gagliardini, pero un chispazo del prometedor Bernardeschi significó el empate cuando todo parecía perdido. No duró mucho la alegría porque al mago de Florencia le respondió un atlético desatado. Saúl se sacó un zurdazo de la chistera y desde más de 30 metros enloqueció a la grada y enterró a los rivales.

Entre patadas discurrió el encuentro hasta su final, que llegó después de otro gol de Saúl, esta vez tras una galopada de Asensio y un disparo raso y ajustado. Ante el poco acierto en el remate de los suyos, el valenciano se vistió de punta, sin dejar de ser centrocampista y también defensa, porque al del Atlético le da para todo, y para hacerlo todo bien. 

Un potencial sin techo

Tras la decisiva victoria de España y su redonda actuación, Saúl Ñíguez hizo balance del partido y destacó la actuación de sus compañeros. "Es una alegría tremenda, no sólo por el balón que me llevo. Hemos hecho un partido muy completo, llegamos a la final, hemos estado juntos, trabajando juntos. Alemania será complicado pero este equipo se merece ser campeón", explicó, apuntando sobre su rendimiento que "siempre lo mejor tiene que estar por llegar".