El Mundial de Rusia arrancó hace unos días con un nutrido grupo de aspirantes, pero exceptuando una Francia que sufrió para ganar con algo de fortuna, ninguna de las principales favoritas salió con la victoria. La última en tropezar fue Brasil, que no pudo con Suiza a pesar de que empezó su encuentro con buen pie y un resultado prometedor.
El combinado centroeuropeo se está convirtiendo en un auténtico 'hueso' para los sudamericanos, porque en sus cuatro enfrentamientos sólo ha caído en una ocasión. Cuando marcó Philippe Coutinho en el minuto 20, todo apuntaba a que sería la segunda, pero finalmente los 'nati' alcanzaron la igualada y dejaron el balance equilibrado de nuevo. Van una victoria para cada uno y dos empates.
La 'canarinha' demostró en el Rostov Arena que pese a ser un conjunto muy sólido tiene algunos detalles que la humanizan, y precisamente en ellos incidieron los hombres de Vladimir Petkovic. Con las líneas muy juntas aislaron a un Neymar que todavía necesita ritmo tras su lesión y al propio Coutinho, menos conectado cuando está lejos de la portería. El doble pivote innegociable para Tite hizo el resto, colaborando en el espesor del juego brasileño.
Otro de sus errores hubiera salido airoso de haber mediado el VAR, pero el empujón de Steven Zuber a Joao Miranda nadie lo dio como falta y con siete rivales metidos en el área pequeña, el centrocampista suizo anotó a bocajarro. Quedó retratada la defensa pero también el portero, porque no fueron pocos los que señalaron que a Alisson Becker le faltó decisión.
La campana no salva a Brasil
Con algunas sustituciones conservadoras anunció el arreón final la 'verdeamarelha', pero sus intentos no fueron decisivos aunque tuvo varias ocasiones claras al final. El electrónico no se movió y todo quedó aplazado para la segunda jornada, dejando a Serbia como líder de grupo tras su triunfo por la mínima frente a Costa Rica.
Rusia y Croacia fueron las candidatas que lograron imponerse con más claridad, porque Uruguay y Francia sufrieron para amarrar los tres puntos. España, Argentina y Brasil no pasaron del empate, e incluso Alemania cayó en una inesperada disputa contra México. Los favoritos continúan desfilando.