Si bien es cierto que el FC Barcelona acabó la primera mitad con optimismo, merced a la diana de Frenkie de Jong para abrir el marcador en el Nuevo Arcángel de Córdoba, lo cierto es que los culés -y en especial Frenkie de Jong- se confiaron demasiado al inicio del segundo tiempo. Tanto, que por culpa de una mano inocente del centrocampista holandés se pitó un penalti que acabó significando el empate de los 'txuri urdin'.
Mikel Oyarzabal, un auténtico especialista en este tipo de lanzamientos, fue el encargado de ejercer de 'verdugo' del Barça al comienzo de la segunda mitad, igualando el marcador y haciendo que así se mantuviera hasta el término de los 90 minutos. Y es que el Barça, aunque dominó más que los vascos sobre el césped, no fue capaz de marcar un segundo gol en el tiempo reglamentario que le diese la victoria.
En cuanto a la validez del penalti de De Jong, puede decirse que tanto el árbitro como el VAR acertaron a la hora de señalarlo, dado que el holandés tardó demasiado a la hora de apartar la mano de la trayectoria del balón, cuando tenía tiempo de sobras para hacerlo. Si bien lo tenía pegado al cuerpo, el toque con la mano desvió la trayectoria y se entendió que no fue fortuito, sino intencionado.
“Es penalti, De Jong llevaba el brazo despegado del cuerpo y cortó la trayectoria del balón que centró la Real”, explicó Barrenechea Montero, analista arbitral de 'MD'. Jugada torpe de un Frenkie de Jong que estuvo en todas este miércoles en el Nuevo Arcángel, participando activamente en el juego del FC Barcelona y especialmente en la construcción de las jugadas ofensivas, ejerciendo de 'todo-terreno' y llegando con facilidad a ambas áreas.
De Jong, el gran protagonista del partido
Poco después del gol de Oyarzabal, se dio otra jugada en la que De Jong fue protagonista. El holandés cayó en el área de la Real Sociedad y el Barça pidió penalti, pero Munuera Montero señaló falta del azulgrana. Barrenechea también vio claro que “el jugador de la Real se avanzó a De Jong, tocó el balón antes que él y el jugador del Barça le golpeó, por tanto no hubo penalti sino falta de De Jong”.
Acierto de los árbitros, en este sentido, aunque minutos después Munuera Montero no pitó en la segunda mitad una falta muy clara cometida sobre el propio De Jong, que avanzaba en carrera hasta los aledaños del área rival y fue derribado. Salvo ese error, que tampoco fue demasiado grave, no puede criticarse en demasía la actuación de los colegiados.