Si bien es cierto que los primeros 40 minutos de la final de la Supercopa de España 2021 se caracterizaron por la falta de oportunidades claras de gol tanto para el Barça como para el Athletic, en los últimos cinco minutos del primer acto ambos equipos encontraron la inspiración anotadora. Y es que el Barcelona, que dio antes con la pólvora que con el juego, se adelantó en el electrónico gracias a una jugada marca de la casa.
Leo Messi tejió el ataque desdoblando un balón hacia la banda izquierda, desde donde Jordi Alba progresó para devolver después el balón, raso, al balcón del área. El '10' llegó a rematar, pero su disparo fue repelido por un defensor y Antoine Griezmann, también desde los aledaños del área, recogió la pelota para definir con un disparo raso que no pudo detener Unai Simón.
Era el 0-1 para el FC Barcelona en La Cartuja, que Ronald Koeman y todos los miembros del banquillo culé celebraron a lo grande al saber que el equipo no había encontrado hasta entonces el buen juego, y que le estaba costando horrores acercarse a la meta de los 'leones'. Sin embargo, la alegría duró muy poco para los intereses blaugrana, y posiblemente sirvió de elemento de distracción para la defensa.
Y es que, apenas dos minutos después, Iñaki Williams recibió al borde del área culé y filtró un balón perfecto para la llegada de Óscar De Marcos desde la banda derecha. Ni Ter Stegen ni Lenglet llegaron a tiempo para evitar que el jugador vasco recibiera, y de primeras consiguió empatar el partido para incredulidad de Koeman y de sus acompañantes en la banqueta azulgrana.
Jarro de agua fría para el Barça
Demasiado fácil para los 'leones', y también demasiado rápido. El Barça no estuvo del todo concentrado en las ayudas y tampoco en los balones filtrados a la espalda, cosa que pagó muy cara ante un Athletic con mucha más confianza en sus posibilidades desde que Marcelino llegó al banquillo.
El caso es que la primera mitad terminó así, con 1-1 en el marcador y una posesión de pelota muy igualada. Máximo equilibrio en prácticamente todas las facetas del juego para ambos equipos, demostrando una vez más que el Barça debería sudar sangre para intentar superar a su rival. Antes de iniciar el segundo acto, Koeman introdujo a Mingueza por Dest en la posición de lateral derecho. Puede que por molestias del estadounidense... O por cambiar la dinámica del conjunto culé en distintas fases del juego.