Gündogan, de lo poco salvable del Barça en la final de Supercopa ante el Madrid

A pesar del gol de Robert Lewandowski, Ilkay Gündogan se quedó sin duda con el título de mejor jugador del FC Barcelona en la final de la Supercopa de España. El problema para el alemán es que lo ha hecho dentro de un contexto en el que poco importa quién ha sido el mejor azulgrana en la noche de Riad cuando el conjunto catalán ha hecho probablemente su peor partido de la temporada, y del último tiempo ante su máximo rival.

El equipo de Xavi Hernández apostó por un bloque alto para cerrar los espacios a los blancos y terminó con un 2-0 en contra cuando aún no llegaba el primer cuarto de hora del partido. Pero dejando de lado los problemas defensivos, de intensidad y de concentración de gran parte del Barça, el teutón volvió a demostrar que tiene la capacidad para ser un mediocampista constante y confiable dentro del sistema culé.

Y es que si revisamos su hoja de estadística, independientemente de la fuente que pueda ser consultada (ya que suelen variar), podemos observar que Gündogan dejó un rendimiento muy positivo en cuanto a posesión, pase y manejo del balón. El excapitán del Manchester City acumuló hasta tres pases clave y cerró el encuentro con un 96% de precisión en sus pases, errando únicamente 4 de los 93 totales que intentó durante el partido ante el Madrid.

Gündogan ha sido muy importante en muchas facetas del juego

Además, Gündogan consiguió completar con éxito los tres balones largos que envió a sus compañeros, incluyendo un par para un Ferran Torres que pudo haber culminado mucho mejor alguna de esas opciones. Otro punto muy importante del partido del alemán ha sido completar los dos regates que intento, además de ganar el 100% de los duelos (3 de 3) que sostuvo sobre el campo de juego, esto en cuanto a su valor como mediocampista defensivo.