El peligro de la Supercopa: El Barça, tocado; y el Real Madrid, reforzado

La renovada Supercopa de España ha llegado a su fin, y lo hace con novedades decisivas para el resto de la temporada. Los cuatro clubes participantes se estrenarán próximamente en la Copa del Rey, mirando de reojo a sus grandes objetivos del curso, LaLiga y la Champions League. Tras la visita a Arabia Saudí se han proclamado vencedores y vencidos, lo que ha variado notablemente los ánimos entre los aspirantes nacionales.

El FC Barcelona ha regresado muy tocado de Yeda, y en el Camp Nou urge una reacción cuanto antes. El primer golpe fue la inexplicable derrota ante el Atlético de Madrid, con 80 minutos de buen fútbol y buenas perspectivas y otros diez que dejaron al vestuario hundido y haciéndose demasiadas preguntas. El torneo ha pasado de ser el menos importante de la campaña a provocar un auténtico terremoto en la Ciudad Condal.

El regreso al cuartel general ha puesto en alerta a los culés, cuyo entrenador está discutido en un mal momento. La directiva ha dado vía libre al circo de los rumores y la prensa, en vez de dar el paso hacia un relevo mucho más tranquilo para Ernesto Valverde que hubiera podido certificar en el mes de junio. Para colmo, en la plantilla también hay luces rojas, ya que la lesión de Luis Suárez es un contratiempo mayúsculo.

El Real Madrid ha confirmado que los grandes siguen caminos opuestos, porque está instalado en un estado de euforia. Hace unos meses nadie apostaba por Zinedine Zidane y sus tropas, que poco a poco han ido modificando las tendencias hasta recuperar su papel de favoritos. Los blancos necesitan muy poco para venirse arriba, y lo que es de alabar es un espíritu inquebrantable que nunca les permite rendirse.

En la capital hay esperanzas reforzadas en la lucha por los títulos tras hacerse con la Supercopa, y más en las circunstancias en las que viajó. Los 'merengues' perdieron a estrellas como Karim Benzema y Gareth Bale, pero se dieron cuenta que poseen alternativas de nivel en una competición en la que aterrizaron de rebote -porque el Barça ganó LaLiga y llegó a la final de la Copa-. A partir de ahora, serán más peligrosos.

La clave para el Barça, centrarse en el fútbol

La única salvación para el Barça pasa por esperar a que amaine la tormenta y centrarse única y exclusivamente en el fútbol. Los azulgrana deben recuperar una tranquilidad que hace tiempo que se escapó, y hacer equilibrios en el imprevisible mercado de invierno antes de volver a lanzarse al terreno de juego. Hoy más que nunca hace falta que las estrellas brillen, que los goles entren y que la defensa se vuelva a blindar, porque todos los títulos están al alcance pero la misión principal es sobrevivir hasta que llegue el verano. El desafío está servido.